Eclecticismo en la música contemporánea: Carmen replay, de David del Puerto, como paradigma compositivo
Univ. de Oviedo. Fac. de Geografía e Historia. Dpto. de Historia del Arte y Musicología, BIBLID [ISSN: 1137-4470, eISSN: 2174-551X (2013), 20; 115-142] 2013
Israel López Estelche
Abstract: La llegada del posmodernismo a la música supone una revitalización de diferentes aspectos históricos y populares. Gracias a esto surgen líneas compositivas como el eclecticismo, que se verá reflejado en las generaciones de compositores más jóvenes de la música española. Tomamos la obra Carmen replay (2009), de David del Puerto (1964), como paradigma de composición ecléctica. ARTÍCULO COMPLETO AQUÍ
Un instrumento revelador. La obra para guitarra de David del Puerto
ROSETA, Revista de la Sociedad Española de la Guitarra, n.º 6, junio 2011
Belén Pérez Castillo
El retorno de David del Puerto a su faceta de guitarrista ha ejercido un profundo impacto en su estilo compositivo y en su actitud creativa y vital. El hecho de asumir el compromiso con la música desde la vertiente interpretativa, más directa y sensual, ha orientado su estilo hacia un planteamiento menos intelectual y más interesado por la comunicación. Con el objetivo de indagar en las razones de este proceso de cambio, sostuvimos una serie de entrevistas con el compositor cuyos extractos permitirán al lector, a lo largo de estas líneas, interpretar con mayor claridad sus ideas y sus intereses musicales. En los años ochenta David del Puerto (1964) decidía entregarse al aprendizaje de la composición bajo la tutela… ARTÍCULO COMPLETO AQUÍ
Fragmentos del artículo Música y músicas: La crisis de las categorías.
El Rapto de Europa, n.º 9, diciembre 2006
David del Puerto
…La música occidental de concierto —clásica, culta, sinfónica— ha estado crecientemente caracterizada por una fuerte separación de conceptos entre creación e interpretación. La divinización del compositor y el respeto religioso al papel, a lo escrito, revelan que el hecho musical se ha separado de su propósito original —dar música a la gente para divertirse, bailar, amar, comunicarse con Dios, exaltar los sentimientos, incitar a la meditación…— para convertirse en la revelación de la personalidad de un demiurgo, el compositor, a través de un sacerdote, el intérprete. Esto ha ido cobrando más y más fuerza en la música europea desde el Romanticismo…
… Pero en el siglo XX, la tecnología ha cambiado de forma radical el propio concepto de «Historia de la Música»: Ya no hay música «efímera» por la manera de ser producida (una partitura no tiene mayor valor ni representatividad musical que una grabación), y finalmente nos hemos encontrado con la sorpresa de que mucha de la producción musical destinada a durar eternamente está caducando mucho antes que determinadas músicas calificadas de populares y pasajeras…
…La trascendencia, la profundidad de una obra de arte tienen una medida objetiva en su vigencia en el tiempo: el arte desafía a la muerte y salta por encima de las generaciones para tocar a más y más almas humanas…
… A nadie le extraña hoy día ver cómo algunas grabaciones de música «no clásica» siguen renovando su público después de 30, 40, 50 años, cambiando de generación, por lo que, en términos tradicionales, se puede decir que «han pasado a la Historia» con tanto derecho como una obra de arte culto…
…Hoy día compartimos el espacio sonoro universal músicos de la más diversa procedencia y formación. Las clasificaciones, categorías y demás cajones se van disolviendo en la nada sin que quede más sostén que la música que uno hace (es decir, compone, improvisa, toca…). ¿Quién puede hoy día atribuir un valor añadido a una obra por el mero hecho de que su autor se autoincluya a título personal en una determinada clase, como la de «músico culto»?…
…Durante unas cuantas décadas, el arte culto ha tomado como un axioma la superioridad moral del artista que crea solamente para sí mismo (¿hay algún otro campo de la vida social del hombre en el que se valore más trabajar con un egoísmo autista que trabajar para los demás?)…
…Este campo sin puertas en el que vivimos en la actualidad puede también prestarse a confusiones y equívocos, y albergar la medianía al lado del valor artístico, pero estos equívocos no serán, en cualquier caso, mayores en número ni más graves que los que mantenía la vieja y prejuiciosa red de las categorías. Y además serán justamente los propios de nuestro tiempo, y no la herencia irreflexiva de un tiempo pasado. Nuestra realidad es el presente, el aquí y ahora de nuestra sociedad y de su manera de recibir y vivir el hecho musical. Y la realidad es, nos plazca o nos pese, ineludible.